Nuestr@s niñ@s

jueves, 24 de junio de 2010

Parloteo

Hasta ahora, la mocita tenía un pequeño repertorio de palabras adaptadas: agua, caca, pan, toma y el nombre de mi hijo; pero desde hace unos días suelta unas largas parrafadas de sonidos hilados que parecen querer construir una idea con sentido.
Nos divierte jugar a adivinar lo que está diciendo.

El lunes mordió a su monitora de natación cuando ya estaba cansada de que la llevara de un lado para otro.

Echando la vista atrás nos damos cuenta de los cambios: Moon ya no se da golpes cuando se enfada, muerde menos, pellizca menos y se ríe más.

Con las vacaciones escolares, Thai nota más la presencia de la nena y a veces dice que quiere que se vaya ya. Luego la busca para jugar con ella.

jueves, 17 de junio de 2010

Natación

Hoy hemos empezado la natación. He conseguido un curso para cada uno a la misma hora en una piscina cerca de casa.

Para Thai ha sido un descubrimiento darse cuenta de cuánto podía disfrutar aprendiendo algo que él creía ya saber. Para Moon ha sido raro estar en el agua sin tocar el fondo con los pies. Ha reido y ha llorado, ha jugado y ha visto a otros pequeños como ella chapoteando a su alrededor.

Al salir ha merendado como si no hubiera comido en tres días... al llegar la noche, el sueño le ha atrapado casi sin darse cuenta.

jueves, 10 de junio de 2010

Revisión

El lunes fuimos al médico, al neurólogo para ser exactos. Parece ser que observa cierto retraso en algunas cosas de su desarrollo motor. Para mí que son cosas sólo perceptibles para los que trabajan en ese medio. Me ha preguntado cosas como si sabía andar hacia atrás... no recuerdo con qué edad anduvo mi hijo hacia atrás, ni sabía que eso podía ser un dato importante.

Todo es muy leve, pero ahora entiendo lo que supone la aceptación de una realidad que no es la que uno espera.

jueves, 3 de junio de 2010

Una más

Hemos ido con ella a la playa. No sabíamos cuál sería su reacción ante unas olas que vienen y van sin parar. Al final nos ha premiado con una de sus mejores sonrisas y se ha inventado un juego muy divertido (para ella y para los que mirábamos): se colocaba de pie, de espaldas al mar y agachándose miraba las olas por entre sus piernas, de forma que cuando viniera una le diera tiempo a echarse a la arena y gatear lo más rápido posible.

Esta semana además con eso de los exámenes, hemos tenido que echar mano de mis padres para que se quedaran con los niños; con los dos. La cosa ha ido como siempre: a tal hora estamos allí... ya han merendado... traigo yogures por si acaso...
Como siempre, pero en plural. Y es que la moza ya es una más.

Mi hijo presume en el colegio de cómo le persigue por casa para buscarle cuando no le ve.