Esperando

La evaluación sigue su curso. Estos días ya entra sola para valorar comportamientos que no estén mediados por sus figuras de referencia. No nos dejan especular ni podemos hablar más allá de los que conocemos.
Algo hay, pero qué es? Le afectará a lo largo de su vida o sólo mientras encuenta una normalidad y un equilibrio?

Para corretear por la urbanización le hemos comprado una moto de esas que tienen que empujar con los pies. Está encantada de tener uno suyo, ya que los otros niños, de edades parecidas, no siempre estaban dispuestos a tener una invitada motera.

La semana que viene la rueda de nuestras rutinas se pone en marcha del todo. Se acaban las vacaciones nuestras y en el colegio empieza la jornada completa. Cuadraremos horarios de extraescolares, evaluaciones, gimnasio, clases de cocina y de informática...
Me alegro de que el  rodaje con ella haya sido en verano, porque nos ha permitido dedicarle mucho tiempo.

Mocos

La tos y los mocos ya han hecho su aparición y a veces te interrumpen el sueño o te provocan malestar y pocas ganas de comer. Tú de momento te entretienes con el dedo, cogiéndolos y mirándolos como unos extraños tesoros guardados en tu nariz.

El martes fuimos a tu primera sesión de valoración. Estuviste expectante, pero tranquila, receptiva. Participaste en todas las propuestas y nosotros como observadores nos dimos cuenta de lo poco objetivos que podemos llegar a ser. Es difícil mantenerse al margen y no buscar y encontrar una explicación a todo lo que no se corresponde con lo que quieres ver.
Somos así como padres en otros contextos? No lo somos en alguno? Empezamos un ejercicio de autoobservación y autocrítica porque cuando uno cree que todo está bien no encuentra ningún motivo para cambiar, para mejorar.

Thai habla de la ausencia de Moon como algo natural. Como algo que formaba parte del proceso desde antes de empezar. Cree que no llorará, como no lloró cuando su mejor amigo se cambió de colegio.

Canciones

Desde el centro de estimulación han contactado con nosotros para conocernos y conocer nuestro punto de vista, nuestra necesidad de ayuda y nuestras expectativas con respecto al posible tratamiento. Nos han hablado de horarios, lugares y honorarios, hasta que supieron que la niña es de acogida y los honorarios desaparecieron de la conversación.
Empezarán por hacerte una valoración de 3 ó 4 sesiones para conocer tu estado madurativo y saber cómo pueden ayudarte. Nos hemos llevado a casa un cuestionario de 8 folios referente a tu vida en casa, en la escuela, en la calle... El próximo martes te vienes con nosotros.

A la escuela infantil ya entras con total tranquilidad, sonriendo y despidiéndote con un cariñoso movimiento de mano. Por lo que nos escriben en la agenda, juegas, cantas, pintas y te diviertes mucho.
Ayer por casualidad canté una de las canciones que debéis estar cantando en clase, porque de repente se te iluminó la cara y empezaste a gestualizar el cocodrilo y el orangután dando palmas en el resto...hasta siete veces!!

De lo demás no sabemos nada. Seguimos en espera. Quizá nuestra interpretación de la entrevista a domicilio fue errónea.

Tranquilidad

La semana transcurre con cierta tranquilidad y algo que poco a poco se va pareciendo a la rutina del otoño-invierno: la vuelta al cole, cenar y acostarse pronto, la tele para el fin de semana...
La escuela infantil le va gustando y poco a poco muestra hacia ella más tranquilidad y confianza.

Llegado septiembre en pleno ya nos han citado para la revisión, para valorar esa posible necesidad de estimulación y tratamiento. Poco a poco.
De lo demás no hay noticias; de los informes, de su marcha... En casa hablamos de ello a diario, para estar preparados y no perder la referencia; para que nos oiga y sepa que hay algún otro lugar donde la esperan para cuidarla y acompañarla en su crecimiento, para quererla y hacerla sentir importante, como aquí.

Hay gente que sigue y sigue opinando, juzgando y hablando sin saber. Con ellos, yo cada vez tengo menos paciencia y menos ganas de explicar. Mis respuestas son cada vez más huecas, más cortas y dan menos opción a que se genere una nueva pregunta detrás de otra.

Escuela infantil

Ayer empezó la escuela infantil. Es una escuelita cerca de casa en la que parece que cuidan todos los detalles. Y, a pesar de saber que en la comparativa con la escuela a la que fue Thai, y en la que no quedaban plazas, esta escuela sale perdiendo, hago lo posible por estar encantada con la elección que hemos hecho. Pero es una escuela cerrada, no puedes ver las aulas; los recogen en la puerta, y los sacan a la puerta a la hora de salir. No ves a sus compañeros, no los conoces; no hay trato diario con la maestra...
Estoy acostumbrada a otra escuela, a otra forma de hacer lo mismo.
A cambio tiene una psicóloga que trabaja en las aulas directamente con los niños y aborda cosas de motricidad y lenguaje que nos van a venir bien. Podemos ir dando un paseo y a mi hijo le resulta emocionante la posibilidad de "espiarles" por la valla del patio.

La temporalidad tiene esas cosas, te haces menos exigente, porque es pasajero, porque es posible que no esté el curso entero.

Moon iba tan contenta con su uniforme y la novedad que hasta llegar a la puerta no se dio cuenta de que, aunque íbamos juntos, ella era la única que se quedaría.